No recuerdo a qué íbamos exactamente, pero acabámos comprando peces. Dos él y dos yo, y como las peceras se salían de precio, compamos dos tupperware. Al Edu le hacía mucha ilusión tener peces, así que les llamó Ruauhh y Bamby, aunque no quiere que nadie lo sepa, por eso les dice Rocky y Rambo, pero ami no me engaña.
A la vuelta del fin de semana siguiente, por desgracia para él, Ruauhh estaba flotando en el agua sucia del tupper. En un fallido intento de contener su tristeza, al Edu, se le escaparon unas lagrimillas.
Estos son nuestros peces.
Desde el primer día en que empezamos a vivir en Cartagena, el casero nos dijo que estaba prohibido tener animales en el piso. Nosotros pensamos que por unos peces no nos diría nada, pero ahí no se quedó la cosa.
El Chema encontró cerca de su casa una perra con perricos alrededor. No sabía que hacer, así que llamó al Edu. "Si, si, bajo ara' mismo". Qué mejor idea que la de apartar un perrico de su madre y llevarnoslo a Cartagena. Bobby, que así se llama, lleva ya un par de semanas viviendo con nosotros. Al principio, lloraba y lloraba, pero por fin, se a adaptado. Tanto que ya deja regalicos en la habitación del Edu.

El Edu es el encargado de cuidarlo, esperemos que no lo haga igual que con sus peces.
1 comentario:
axo k bonico el perro seguro k se llevaria bien con mi kaiser xD anda k tenrelo en una caja... jajajajaja el edu k es un manitas k le haga na casa en condiciones marraneras! xDDD
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