viernes, 27 de febrero de 2009

61. Comiendo fuera.

Por desgracia para todos, nos cortaron el internet en el piso. ¿Por qué? Porque no pagamos. ¿Pero por qué no pagamos? Eso preguntadselo al Edu, que es el que dona su dinero a los pobres niños de África. Así que solo podré actualizar los fines de semana dandoos un breve resumen de lo sucedido y espero, muchas cosas más.

La semana pasada, Chema y yo, decidímos ir a comer a una especie de restaurante al que llaman Galeón. Impacientes, esperamos a que el Edu llegara de la universidad, para comentarle nuestra decisión. Supuestamente salía a las 12 de clase. A las 13.30 aun no había llegado, lo llamamos al movil, pero, como era de esperar, no lo cogío. ¿Para qué va a llevar el movil en el bolsillo? "¡Es que si lo llevo en el bolsillo me da calor!". Es mejor llevarlo en la cartera y en silencio, que no moleste a nadie. Así que nos fuimos nosotros solos.
El Galeón es famoso por sus gigantescos bocadillos de barra, los SuperGaleones: dos hamburguesas, lechuga, tomate, mayonesa, jamon york, queso y patatas fritas a parte. Un poco después de pedirnos uno cada uno, el Chema recibe la esperada llamada del Edu, que, increiblemente, había mirado el movil antes de las 14.00.
-"Estamos en el Galeón, que te vengas pa' ca".-
-"¡¡¡Ande cojones está eso!!!"-
Tras varias indicaciones, intentó llegar, pero el Edu no aperecía. Pero al fin, cuando ya estabamos casi terminando, apareció a lo lejos, al final de la calle, en manga corta y con la chaqueta rodeandole el cuello. Sudando, por supuesto.
"¿Quieres un supergaleon?", le preguntamos. Le hecha un vistazo al bocadillo... "¡¡Ah!! Eso no, que lleva cosas verdes." (LECHUGA).
Entónces, acabó pidiendose un bocadillo igual de grande, pero, como no, de lomos y longaniza. Solo hubo un fallo: en Cartagena la longaniza es salchica, pero como si eso le importara al Edu. Cogió el bocadillaco con delicadeza y empezó a dar mordicos pequeñitos y muy muy lentamente. Por supuesto, todos sabeis que eso no es verdad, es imposible que sea verdad. Era tal su ansia por comer, que se le calló un trozo de salchica al suelo. Dejó el bocadillo en la mesa, levantó los dos brazos hacia arriba y dijo:"¡¡¡Aaaaaaaaahhh!!! Se caiga un santo de un altar antes que comida al suelo".
Después de comer pasamos por el McDonal a por un McFlurry. El Chema y yo ya teníamos el nuestro, solo faltaba el Edu. La cola para pedir crecía mas y mas, y el Edu no pagaba. Se puso a contar céntimos gritandome: " Acho, ¿te quieres callar? ¡¡Esperate cojones!!" una y otra vez... No podía parar de reir.
Al fin nos fuimos. "Esto está mas helao' que los pies de Cristo" dijo comiendo a lo bestia.
Veis como tengo razón cuando digo que el Edu es religioso...

1 comentario:

Anónimo dijo...

las manos a la cabeza jajajajjaajjajaja como cuando pierde un balon jugando a futbol sala!!!! jajajajaajajajaja
kbz