12. Como Pedro por su casa.

No sé si sabeis, que normalmente, no muy a menudo, las puertas de las casas se cierran. Por lo visto, el Edu no lo tiene muy claro. Una de esas noches que se deja la puerta abierta en casa de Edu, cómo es normal y rutinario, entró un perro sin llamar al timbre. Pero no un perro cualquiera, se no taba que no pasaba hambre. El perro sin pensarlo, se dirigió a una habitación de donde provenía un hermoso y embriagador olor seguramente a queso, la habitación del Edu. Una vez allí, se encontró con otro animal más peludo, salvaje y grande que cualquier otro animal peludo, salvaje y grande. Ese animal emitía unos sonidos desconocidos para el perro, así que se acercó y empezó a lamerlo. Cualquier persona normal, se habría sorprendido de ver un animal merodeando por su casa a esas horas de la noche y a cualquier hora. Claro que, ese animal peludo, salvaje y grande es el Edu, y al ver a ese ser gigante, pero menor que él, lamiendolo, solo se le ocurrió acariciarlo. Cuando se cansó, en vez de preguntarse cómo había entrado y sacarlo fuera, lo empujó y dijo: "quita dakí", y el perro siguió su camino por la casa. La siguiente y última parada fue la habitación de sus padres, donde una persona normal se asustó y llamó a su valeroso hijo Edu para que lo sacase a la calle. Esta vez, cerró la puerta.

Pienso, que la casa del Edu es un imán para animales y moros, porque según Edu, ellos le robaron la bici."Cago en los moros", suele decir. Toda la culpa la tiene el vecino. La casa del Edu esta custodiada por un temible y poderoso barón al que solemos llamar "el portero de la Céntral". Él, está entregado totalmente en su trabajo, ya que se pasa todo el día asomado a la ventana con el fin de proteger a su caballeroso y honrado capataz, el Edu. Y como se pasan las horas mirandose fijamente con ojos de enamorados, después le roban.

¡Basado en hechos reales!

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11. Matemáticas.

Todos sabeis el impulso que lleva al Edu hacia la comida, pues hace un par de días lo demostró mas que nunca. Era la última hora del día, todos hambrientos y aún nos quedaba matemáticas por dar. Pedro Sánchez, el profesor, llegó riendose como siempre y obligandonos a entrar en la clase. Se sienta, saca los libros y una mandarina. Entónces pregunta que si la quiere alguien, y antes de acabar la pregunta, el Edu ya la estaba pelando. Pedro Sánchez pensó que se la guardaría para el final de la clase, pero esta claro que no conoce al Edu. En menos de un minuto ya no quedaba mandarina.
Y hablando de matemáticas, después de tres años, el Edu por fin las ha aprobado. Eso no quiere decir que haya aprobado los examenes, él sigue batiendo records, que sin llegar al cinco en tres años, ha aprobado el trimestre. Enhorabuena.

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10. Rutina.

Ayer 19 de Diciembre, bajamos casi todos al instituto con la intención de no hacer nada, ya que no tenemos examenes. Pasada una hora, no teníamos clase, y decidimos ir a ver a Chema que estaba enfermo. Las 10:30 de la mañana, abre los ojos y se encuentra con 12 personas en su habitación, una de ellas el Edu. El motivo de visita del Edu fue para realizar la portada del trabajo de francés, y como él dice: "hechar una meá". Ya quedabamos menos gente en la casa, cuando de repente aparece el Edu con una bolsa de patatas gigante, ya por la mitad. Solo de verlo no podía aguantar la risa. "Que te pasa a ti ya", suele decirme. Hacía rato que habíamos almorzado, pero el Edu entró a la despensa y sintió el impulso de acabar con una caja de Ferreros Rocher que tenía guardados. Se metió el primero a la boca, más tarde, Pedro Luis sintió la llamada de la naturaleza, y como siempre, Edu se ofreció a acompañarlo. Resulta que el aseo está al lado de la despensa, ahí comió el segundo, si no me equiboco. Y cuando entro yo para ver que puedo comer, veo al Edu, aún en la despensa con uno en la boca y otro en la mano. Al salir, Chema se dio cuenta, y tras registrarle los bolsillos al Edu para que no se llevase más, nos fuimos.
El Edu había hechado la mañana. Despues de imprimir su portada, la impresora no iba (el sabrá lo que hizo), y había roto el cajón del escritorio intentando sacar la grapadora. Parece que le gusta romper las cosas de Chema, porque también le rompió la caja de un compás antiguo del padre de Chema, que ahora casi no se puede ni abrir. Ayá donde va, la hace negra.

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9. El teatro.

Hace aproximadamente un año, nos mandaron de excursión a un teatro en inglés. Nadie entendia el teatro, y como era de esperar, el Edu tampoco. Al principio todo bien, tranquilo, calmado...hasta que terminó y llegó la hora de comer. Como de costumbre, un bocadillo, una manzana y un zumo, que almuerza el hambriento hambriento Edu. Pero siempre quiere más, y más... entónces se dedica a perseguir a los más débiles para quitarles su bolsa de gusanitos, como hizo en la excursion. Que salvaje.

La foto ha sido proporcionada por Pablo Salinas, que se la dedica al Edu con mucho amor y cariño.

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8. La casa de Bernarda Alba.

Esto es una grabación en la clase de lengua, donde nuestro amigo es el narrador, un ser incomprendido a quien nadie respeta y todos se lo saltan. Vereis que cada cierto tiempo hay una especie de ruido, como de tos, que interrumpe la clase. Es normal en Edu, tranquilos, en una clase de inglés llegó a hacerlo 54 veces de 55 minutos que dura la clase, no os preocupeis. Aquí os dejo los tres o cuatro minutos más animados de la lectura, porque lo demás es un rollo, a no ser que querais seguir oyendo toser al Edu...

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7. Saint-Berthevin

Como sabeis, cada dos años se hace un viaje a Sain-Berthevin, Francia. Cada uno de nosotros vive durante unos días en casa de otras familias. Casi todos nosotros estubimos en el último viaje que se hizo, y como no, Edu también. Por suerte Jose Manuel estaba en la misma casa que Edu y podía contarnos todo lo que pasara. La familia era una de esas familias finas, educada, de buenos modales y aseada. Una descripción que encaja a la perfección con Edu, estaba en su salsa. La familia estaba impresionda al ver lo poco que comía Edu, por lo que siempre le ofrecían todo a él.
Una noche, los invitaron a una cena con más gente como la familia. Comida por todas partes, no había por donde empezar. El muy animal se comío un pollo entero...y no dejó ni la chapa, porque entre bocado y bocado, se la sacó cuidadosamente y sin armar escandalo de la boca. Según la chapa, el pobre pollo deborado se llamaba Denis. Las palabras textuales del Edu son: "menuo bocao le pegué, copón". Y de postre, un melocotón. Toda la familia lo comía con cuchillo y tenedor, pero el Edu estaba cansado de la rutina, y por probar algo nuevo...se lo metió de golpe a la boca. Y es que cuando te metes algo a la boca que no puedes masticar, se te sale todo, ¿no? Así le pasó al Edu. Imaginaos la situación: todo el mundo sentado, comiendo con utensilios...y el Edu alborotado, haciendo ruidos y gestos para advertir de lo que había hecho y sin saber qué hacer. Lastima de familia.
Poca gente sabe que el Edu, es también llamado "chico de jardin". La maestra de español en el colegio francés se lo dijo porque no entendia nada de lo que Edu decía. No lo entiendo, como lo fino y sueve que habla, nadie diría que es un salvaje.

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